O TODOS COLUDOS O TODOS RABONES...

CARLOS EDUARDO, FRANCISCO IVAN, ABRIL SELENA, BARBARA… ¿Cuántos más hacen falta que desaparezcan y se encuentren en una fosa común, o en un anfiteatro del Estado de México, para que alguien se dé cuenta que algo grave está pasando al interior de los ministerios públicos del Estado?

Pedimos a gritos y aplaudimos las reformas en materia educativa para que a los maestro se les evalué… festejamos esta medida, pero… ¿Qué acaso los Ministerios Públicos y sus jefes, no son servidores públicos al igual que los maestros? ¿No merecen bajo estas acciones tan pésimas, que también se les evalué? ¿En un área tan estratégica como es la procuración de justicia, no es deseable tener personal realmente capacitado? ¿Los fiscales regionales, tienen el perfil para estar al frente de las investigaciones? ¿Cuántos realmente se interesan y cuantos hasta que surge una “bomba periodística”? ¿Cuántos están al frente de las fiscalías por su desempeño y cuantos por sus apellidos? ¿Es justo cambiar a un fiscal a una dirección y de esta nuevamente a una fiscalía, y pasarse así durante años, cuando en ningún puesto se demuestra eficacia? ¿Existe una verdadera coordinación de Ministerio Público-Servicios Periciales-Policía Ministerial para investigar delitos? ¿Es justo que como se dice, las jefaturas de departamento se les de en muchos casos a los incondicionales? ¿Cada cuando se llevan exámenes antidoping al interior de esta Institución?